En Viena, el 31 de diciembre se pasa por lo general en familia o con amistades. Algunas personas buscan la tranquilidad en casa; otras, el ajetreo en la ciudad, ya sea en elegantes galas, fiestas en clubes o al aire libre alrededor de Stephansplatz. Una bonita tradición es regalar a los seres queridos pequeños amuletos de la suerte, como tréboles de cuatro hojas, deshollinadores, herraduras, monedas de oro, setas matamoscas o cerditos. Durante la Navidad se encuentran por todas partes en los mercados navideños. Algunos son comestibles y están hechos de chocolate o mazapán.

La tradición de derretir plomo promete un vistazo al año que comienza. Ya en la antigua Roma se derretían pequeñas figuras sobre una llama en una cuchara. Antes eran de plomo; hoy, por motivos de salud y medioambientales, por ejemplo, se utilizan de cera. Una vez que la figura se ha disuelto por completo, el líquido se vierte de golpe en agua fría, donde el material caliente vuelve a solidificarse. La forma resultante puede interpretarse como diversos símbolos u objetos, que a su vez auguran un determinado futuro. Se interpreta tanto la propia forma abstracta como su sombra a la luz de una vela.

A medianoche

Poco antes de medianoche se prepara vino espumoso para brindar juntos puntualmente, tras la cuenta atrás precisa al segundo, a las 00:00. En Viena se desea «Prosit Neujahr». 

Puntual al cambio de año suena en la torre norte de la catedral de San Esteban de Viena una campana muy especial: la «Pummerin». Su nombre deriva del profundo tono retumbante de sus golpes. Con más de 21 toneladas, es la campana de iglesia más grande y pesada de Austria, y una de las mayores del mundo. Solo puede oírse en las grandes festividades y en acontecimientos especiales, como la elección papal. En 2026, la Pummerin celebra su 75.º bicentenario. Fue fundida en 1951 en St. Florian (Alta Austria), después de que la campana antigua cayera y se rompiera en un gran incendio en 1945. La «Pummerin antigua» se fabricó en 1711 con cañones abandonados tras el segundo sitio de Viena por los otomanos. Los fragmentos se reutilizaron también para la nueva campana. Por ese motivo, y por su nueva fundición en la posguerra, la Pummerin sigue considerándose hoy un símbolo de paz y libertad. 

El tañido de Nochevieja en Stephansplatz, una estación del Silvesterpfad, la ruta de Nochevieja de dos kilómetros por el centro de Viena, es una experiencia especial. La radiotelevisión pública de Austria transmite tradicionalmente la Pummerin a medianoche para todo el país. Le sigue enseguida una de las obras más famosas de la música clásica: el vals «An der schönen blauen Donau», conocido como Vals del Danubio, de Johann Strauss hijo. En Viena, el año nuevo se recibe bailando al compás de tres por cuatro.

Conciertos de Nochevieja y de Año Nuevo

En torno al cambio de año se celebran especialmente muchos conciertos en Viena. El más famoso es el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena en la Sala Dorada del Musikverein de Viena. Comienza el 1 de enero de 2026 a las 11:15 (hora de Europa Central). Un programa que cambia cada año, centrado en la música de la época de Strauss en el siglo XIX, concluye con dos bises tradicionales: la Marcha de Radetzky de Johann Strauss padre y el Vals del Danubio. En 2026 dirigirá el canadiense Yannick Nézet-Séguin. En la retransmisión en directo participan alrededor de 50 millones de personas espectadoras en más de 90 países. Debido a la enorme demanda, las entradas se sortean cada año en todo el mundo.

Por eso, la mayoría de los vieneses sigue el concierto desde el sofá o en retransmisiones públicas al aire libre, en escenarios espectaculares en Stephansplatz o ante la noria gigante del Prater de Viena. El Museo de Artes Aplicadas (MAK) invita por primera vez el 1 de enero de 2026 a una watch party, ya que aquí (y en la Hofburg de Viena) se rodaron las intervenciones de ballet del Ballet Estatal de Viena. Estas se muestran en la retransmisión televisiva del Concierto de Año Nuevo, acompañando a dos obras de Johann Strauss hijo: el vals "Rosen aus dem Süden" y la "Diplomatenpolka". 

También otros conciertos figuran cada año por estas fechas en la programación de los escenarios vieneses, y sus entradas son más fáciles de conseguir que las del Concierto de Año Nuevo. Desde hace exactamente 50 años, la Orquesta Sinfónica de Viena interpreta la impresionante Sinfonía n.º 9 de Beethoven en el Konzerthaus de Viena (30.12., 31.12. y 1.1.). En el Ehrbarsaal tendrá lugar el 1 de enero de 2026, por tercera vez, el Concierto de Año Nuevo de compositoras y compositores. 

«Die Fledermaus», la opereta más famosa del mundo, es otro clásico en torno a Nochevieja. Tanto la Ópera Estatal de Viena (31.12.2025, 3.1. y 6.1.2026) como la Volksoper Wien (31.12.2025 y 1.1.2026) representan esta obra maestra de Johann Strauss hijo. Desde 1900 figura casi siempre en la programación de Año Nuevo de diversos teatros musicales. 

Más conciertos de Nochevieja y Año Nuevo encontrará en nuestra base de datos de eventos.

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